Tuesday 23 August 2022

¿Por qué no trabajo sin recibir honorarios?



Hace más o menos una década me gradué de Artes Plásticas, durante este tiempo me he encontrado tanto con trabajos justos, equitativos y en donde se han reconocido amorosamente mis aportes y experiencia; así como con trabajos y ofertas laborales que han sido todo lo contrario. El objetivo de este texto es reflexionar sobre por qué se ha normalizado el no pagar honorarios a lxs artistas y sobre qué es aquello que se considera como el trabajo de un artista. Mi mayor interés es poder compartir mi experiencia con otras personas para que tengamos herramientas sobre cómo asumir este tipo de situaciones.


Recuerdo algunas propuestas en donde se ha pretendido que trabaje sin recibir remuneración económica, o incluso que yo incurra en gastos:


-Una vez fui invitado a una exposición donde se pretendía que realizara una obra en grandes dimensiones sin ofrecerme un estipendio para materiales, mucho menos honorarios

-En otra ocasión, fui invitado a una residencia financiada por una importante organización europea donde se pretendía que realizara proyectos comunitarios y educativos durante más de un mes sin recibir honorarios.

-Hace años fui invitado a “nutrirme” de los conocimientos de otras personas en seminarios de largo aliento a cambio de mi trabajo como mediador sin siquiera recibir un subsidio de transporte, mucho menos un salario por mi trabajo.

-También recuerdo una ocasión de dificultad económica en la que contacté a una universidad y me ofrecieron dictar una charla, requerían que realizara una presentación en PDF y que participara en un panel, cuando pregunté por mis honorarios me respondieron: “los artistas que hemos invitado no han pedido honorarios” etc.


Estas propuestas esconden estrategias extractivistas, injustas y de precarización laboral, detrás de buenas intenciones, sofisticados textos curatoriales y comunicados de prensa que utilizan palabras como: cuidado, empatía, justicia histórica, resistencia cultural, decolonialidad, democacia, decentralización, apoyo a los artistas, etc. Lamentablemente aún existe una larga brecha entre la teoría y la práctica, entre el discurso que se vende y la acción que se ejecuta, esto muestra la importancia de no sólo mantener un discurso crítico, sino ser auto-reflexivos con las acciones que ejecutamos.


Recuerdo una vez en que me invitaron a intervenir unos objetos para una exposición, la excusa para no darme honorarios era que la persona que estaba organizando el proyecto y que me invitaba tampoco los estaba recibiendo, no obstante, sí había dinero para imprimir el plotter, pagarle al diseñador, etc. ¿Por qué se piensa que es necesario gestionar dineros para imprimir un plotter pero no para pagarle a un artista? 


En otra ocasión, me invitaron a una residencia donde había dinero para producción, para pagar transportes, alimentación, para los honorarios de un grupo de artesanxs (que me parece necesario y justo), pero no para mí como artista ¿Por qué se asume el quehacer del artista como algo gratuito? Sin mencionar cuando una vez me invitaron a ser asistente de una artista por unas semanas al otro lado del mundo y me decían que “la experiencia” pagaba mi trabajo.


Por todos los ejemplos que he expuesto anteriormente, veo necesario explicar ¿Por qué no trabajo sin honorarios?

Si me invitan a un proyecto en el cual no recibiré honorarios, significa que como mínimo habría de seguir asumiendo gastos obligatorios como el arriendo de mi apartamento y el pago de los servicios públicos, transporte y alimentación, además de cotizar salud y pensión; sin mencionar del arriendo del taller/estudio que tendré que seguir pagando. Al menos $2.000.000 tendría que gastar, dinero que podría estar consiguiendo durante el tiempo que estaría trabajando en el proyecto que me proponen, pero que no podría hacerlo, pues dicho proyecto ocuparía mi tiempo. Si me invitan a un proyecto de una semana sin honorarios: es una semana sin poder trabajar para pagar estos gastos; si me invitan a un proyecto de un mes sin recibir honorarios: no tendría cómo cubrirlos y lo cierto es que ni Colpensiones, ni mi arrendador, ni la empresa de energía me van a recibir “buenas intenciones” como forma de pago.


Las buenas intenciones con las que se plantea un proyecto, así se quiera “visibilizar”, “salvar”, “rescatar” cualquier tipo de comunidad o práctica históricamente excluida no pagan los gastos básicos de un(a) artista; y como artistas y trabajadorxs culturales no tenemos por qué cargar con la falta de planeación de los eventos ¿Por qué como artista habríamos de cargar con la falta de gestión de un evento?


Sé que no estamos acostumbradxs a hablar del arte en estos términos, pues lo consideramos cercano a lo sublime e inefable, pero es justo este silencio el que ha logrado consolidar sistemas de exclusión, injusticias y enfermedades.


La pregunta que surge es: ¿Qué es el trabajo de un(a) artista? ¿Qué se considera parte del trabajo de un(a) artista? Para mí, es cualquier actividad que requiera de su quehacer y de su tiempo, especialmente si se utiliza simbólicamente su calidad como artista; es decir, si te va a tomar tiempo, vas a utilizar tus conocimientos y/o van a publicitar que eres un artista: es trabajo.


No obstante, me pregunto ¿Por qué hay artistas que aceptan este tipo de propuestas? ‌Más allá de que muchxs puedan dejarse deslumbrar por el prestigio y la remuneración simbólica, puedo identificar algunas características en quienes aceptan este tipo de proyectos: suelen ser artistas que tienen un respaldo económico (familias, herencias, galerías etc.), ó jóvenes con poca experiencia laboral, personas que viven con sus madres y/o padres y que no han de preocuparse por pagar un alquiler, artistas que no tenemos una familia que sostener económicamente etc. En resumidas cuentas, personas que ostentan algún tipo de privilegio o que presentan una condición de vulnerabilidad. La explotación y la injusticia se codean con el privilegio y se aprovechan de la vulnerabilidad.


No se trata de dejar de ser generosxs, sino de aprender a valorar el trabajo propio, poner límites y ser empáticxs con las necesidades económicas de lxs demás; una de las grandes dificultades es reconocer los propios privilegios y reconocer y valorar el trabajo de cada persona, siendo solidarios con quienes no tienen las mismas posibilidades.


Como toda regla tiene una excepción, yo tengo mis propias excepciones. Por ejemplo, hace poco una amiga me invitó a participar de un taller donde ella no estaba recibiendo dinero y no me podía pagar honorarios, pero reconoció la situación, la importancia de mi trabajo y a cambio me ofreció una caja de té que ella prepara, el hecho del valorar mi quehacer y el pensar en una retribución por ello, fue suficiente para mí y acepté; actitud muy diferente a la de quien te pide tu trabajo y ni siquiera menciona una retribución por el mismo. Con el tiempo, he aprendido la importancia de no estar cerrado ante las propuestas, así no parezcan favorables, he aprendido a estar receptivo, escuchar a la otra persona, y si es posible, negociar las condiciones.


Mi medida es: Si la institución o el proyecto puede pagar por mis honorarios pero no los tiene en cuenta por descuido o por asumir que me están pagando de manera simbólica o con prestigio: Digo no. Pero si hay un reconocimiento y una valoración de mi trabajo, así no sea económica -puede ser un intercambio- y si hay empatía al ponerse en mi lugar, lo pienso dos veces y muy posiblemente acepte. Pero esta medida ha de encontrarla cada quien en la construcción de sus límites laborales y personales. Mi prioridad es valorar mi trabajo, pues me estoy valorando a mí mismo. No se trata de negociar un valor económico, sino de un acto de valoración, cuidado y amor propio.



Conclusión:


Si usted está pensando en invitar a un artista a hacer un dibujo, una intervención, dar una charla, lo que sea, y no tiene dinero: Reconozca que va a hacer un trabajo y que merece una remuneración por ello.

Si no tuvo en cuenta la remuneración: Gestiónela.

Si no tiene dinero: reconozca que no lo tiene, valore su trabajo y propóngale un intercambio justo.


Sé que muchas personas no consideran este tipo de preguntas y repiten los modelos sin mayor reflexión, por eso es importante seguir alzando la voz sobre estos asuntos. Nadie es ajeno o ajena a este tipo de dinámicas extractivistas e injustas, por lo tanto, si en algún momento yo lo llegase a hacer de manera inconsciente, por favor háganmelo saber para cambiar.


En resumidas cuentas: Valoro mi trabajo, reconozco mi experiencia y por ello no trabajo sin recibir honorarios.

No comments:

Post a Comment

Note: only a member of this blog may post a comment.