Sunday 31 January 2021

Concierto para el fin y el comienzo de los tiempos

 

Imagen tomada de la página del artista: http://www.eugenioampudia.net/en/portfolio/concierto-para-el-bioceno/

A mediados del año 2020 el artista Eugenio Ampudia creó la pieza “Concierto para el Bioceno” en colaboración con la curadora Blanca de la Torre. Para esta acción, dispusieron miles de plantas dentro del Gran Teatre del Liceu en Barcelona, mientras un cuarteto de cuerda interpretaba la pieza Crisantemi de Giacomo Puccini. El resultado fue una poderosa acción que pudo ser experimentada por el público humano a través de videos y fotografías, no obstante, el efecto ambiental de la música fue experimentado por las plantas que ocupaban el teatro.

Esta acción, evocadora y al mismo tiempo apocalíptica, me recuerda a la escena de la película Titanic, donde otro cuarteto de cuerdas interpreta Nearer, my God, to thee ("Más cerca, Dios mío, de ti", himno religioso escrito por Sarah Fuller Adams) mientras el barco se hunde. Siempre me he preguntado ¿A quién le están tocando? ¿Están tocando para los cientos de víctimas que dejará la catástrofe en contados instantes? ¿O acaso están tocando para el océano y las criaturas marinas a las que pronto se unirán? ¿Es este un himno de despedida o una dulce bienvenida a lo desconocido?

Imagen tomada de https://www.youtube.com/watch?v=U41txhi2nfY

Estos dos conciertos son acciones de toma de conciencia en medio de la debacle, los últimos minutos de reflexión antes de que aparezca la muerte, pero también, el momento exacto en que, como humanidad, estamos atravesando hoy.

Los momentos antes de la catástrofe remueven el velo de las ilusiones, conocido como maya en el hinduismo, nos hacen enfrentar con lo que realmente importa, con aquello que no veíamos claramente. Muchos pasajeros del Titanic se dieron cuenta de que sus suntuosas pertenencias ya no eran relevantes, otros se dieron cuenta de que el vínculo afectivo con sus seres queridos era lo más importante, otros, en cambio, intentaron hacer todo lo posible para salvar sus propias vidas, incluso patear a otros y robar sus chalecos salvavidas. La imagen que aparece al quitar el velo es impactante pues nos revela nuestro real y verdadero yo interior ¿Qué haríamos en esas circunstancias? ¿Qué estamos haciendo bajo las actuales?

Hoy en día los países más ricos están intentando comprar la mayor cantidad de vacunas posible, se han suministrado cerca de 24 millones de dosis en Estados Unidos -24 millones es la población de muchos países-; no obstante, hay países, los más pobres, que aún no han recibido ninguna dosis, y según sus estadísticas, para completar la vacunación del 80% de su población se necesitarán al menos cinco años más que los primeros. En esos cinco años morirían miles de personas en aquellos países con menos recursos económicos y escasa representación en la política internacional.(1).

En la misma línea, algunas compañías farmacéuticas han retenido la patente de las vacunas, lo que impide que otras puedan producirlas, mientras otros países bloquean el transporte de las mismas a cambio de impuestos. Según la comunidad científica, si no existe un proceso de vacunación uniforme y justo en todo el mundo, podrían aparecer nuevas variantes del virus, lo que volvería inútiles las vacunas actuales. Ya empezamos a tocar nuestro propio réquiem.

El “Concierto para el Bioceno” apareció al inicio de la pandemia, en el justo momento en que varios Estados alrededor del mundo estaban considerando instaurar la emergencia climática y donde las personas estaban empezando a ser conscientes del enorme impacto de sus más pequeñas acciones sobre los demás. Veamos las consecuencias que tiene una sencilla acción como toser.

La pieza de Ampudia y De la Torre sitúa a las plantas como público, convirtiéndolas en sujetos, haciéndonos pensar que pueden disfrutar de un concierto, que son seres sensibles, y de la misma forma, que también pueden sentir otro tipo de emociones, como dolor. Ello nos recuerda nuestra responsabilidad como seres humanos en la catástrofe ecológica y planetaria, que es nuestra también; quizás utilizaré el plural "catástrofes", pues no solo hemos creado una emergencia ecológica y sanitaria, sino también una ética y social.

La oscuridad del teatro con sus focos de luz crea un espacio liminal entre el comienzo y el final del cataclismo, ¿Entre la vida y la muerte? ¿O entre la vida pasada y una nueva vida? Eso depende de nosotros. En la escena del Titanic ninguno de los pasajeros mira a los músicos, todos corren; sin embargo, en la acción de Ampudia y De la Torre, las plantas son el público del cuarteto de cuerdas. ¿Es este un presagio del futuro de nuestro planeta? ¿Un futuro en el que plantas y otros seres no humanos -que durante años hemos despreciado y explotado- serán los testigos de nuestra autodestrucción como especie humana? Quizás soy optimista al hablar en términos de futuro, cuando todo parece indicar que es nuestro presente. 

Imagen tomada de la página del artista: http://www.eugenioampudia.net/en/portfolio/concierto-para-el-bioceno/

Sin embargo, los humanos podemos acceder a este concierto a través de internet, hoy en día la tragedia no ocurre en el campo de batalla, sino en la pantalla y desde la comodidad de nuestros hogares. La comodidad de la catástrofe hace que el olor a alquitrán y el dolor del vecino ni se perciba.

La escenografía de esta pieza crea una separación entre “plantas” y “músicos”, la arquitectura del teatro crea una contundente diferenciación entre artistas y público, entre pasivos y activos, entre quienes emiten sonidos y quienes los escuchan. Lo cual restablece una separación que a mi parecer el término “Bioceno” pretende diluir.

Bioceno es un término sugerente. “Bio” proviene de la palabra griega bio que se refiere a la vida, sin embargo, es importante anotar que bio se refiere a la vida como “historia” o “desarrollo espiritual”, como en la palabra “bio-grafía” que no solo se refiere a la “vida orgánica”. Y -ceno proviene del término griego kainos, que significa nuevo, reciente, fresco; el tiempo o la era más reciente.

En ese sentido etimológico, Bioceno se refiere a un tiempo reciente de la historia caracterizado por el desarrollo espiritual de la vida. Entonces, la pregunta que surge aquí es ¿Qué es la vida? ¿Qué está vivo? ¿Cómo se desarrolla espiritualmente la vida? ¿Podremos finalmente reconocer de lo que nos une con otros seres en lugar de lo que nos separa? Parece que al final de los tiempos, volvemos a las preguntas primordiales y originales. Quizás, el hecho de que se instauren estas preguntas pueda hacer la diferencia, en que el cuarteto que ahora nos acompaña entone el Réquiem o el Gloria in excelsis Deu.

 

Imagen tomada de la página del artista: http://www.eugenioampudia.net/en/portfolio/concierto-para-el-bioceno/

 

1. Cf. https://www.elespectador.com/noticias/salud/no-veo-posible-lograr-la-meta-de-vacunacion-en-2021/?fbclid=IwAR1YXtd7Zbh6-XFGFjm2KWPb5akM18L6ryEQdLML1efwb15ejaNE